9.10.16

Sense8


¿Qué pasaría si fuésemos capaces de unirnos de la manera más completa jamás pensada lo unos con los otros? ¿Y si fueses capaz de no vivir solo tu vida, sino la de siete personas más? Estas son algunas de las preguntas que plantea Sense8, una serie de ciencia ficción original de Netflix creada por las Hermanas Wachowski y J. Michael Straczynski.

La trama gira en torno a ocho desconocidos (Will, Capheus, Riley, Lito, Sun, Wolfgang, Kala y Nomi) que vienen de diferentes partes del mundo y aun más distintas culturas que, tras experimentar la trágica muerte de una mujer mediante una visión, se encuentras conectados mental y emocionalmente. Su conexión les permite comunicarse, sentirse y compartir conocimientos, habilidades e idioma. Mientras intentan descubrir por qué están conectados, reciben ayuda del enigmático Jonas y son perseguidos por el siniestro Whispers, que intenta capturarlos.
Uno de los puntos más interesantes de la serie, es cómo trata temas normalmente olvidados por el género de Ciencia Ficción, como la política, la identidad personal, la sexualidad, el género y la religión. No hay una parte de la sociedad que no quede representada de alguna manera en los capítulos, y tampoco hay persona que no sea capaz de identificarse con alguna secuencia. Es especialmente reseñable como los temas nos son presentados mediante la contraposición de los diferentes protagonistas entre ellos y con el mundo, sacando las reflexiones del espectador de una manera totalmente gradual y natural, calando hondo en la conciencia de quien esté viendo la serie.

El excelente trabajo del elenco protagonista hace que toda la acción, a pesar de ser un relato de ciencia ficción, sea creíble. La exteriorización de las emociones humanas más privadas y primarias, llevadas a un área de profundidad personal, hace que sintamos lo mismo que están sintiendo los personajes, convirtiendo a los espectadores en el noveno sense8. Es importante destacar la apuesta española de esta serie, Miguel Ángel Silvestre como Lito, que se aleja de sus anteriores trabajos en Sin Tetas No Hay Paraíso y Velvet, y nos muestra una cara muy distinta de su registro dramático y nos demuestra que, no solo no está encasillado en un papel de chico malo y guapo, sino también que sin duda tiene talento, tablas y que podemos esperar mucho de él si le damos una oportunidad en el cine español de demostrar su valía.

Deteniéndonos un momento a pensar en la calidad técnica de Sense8, no sería extraño pensar que hay una gran relevancia de la postproducción en las escenas de interacción entre los personajes, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de localización para todos ellos y la necesidad de tener planos muy similares unos a otros en todas ellas. Pues sorprende saber que todo el reparto y equipo técnico se trasladó a las localizaciones para hacer que los toques y miradas sean mucho más reales. De esta forma, aunque el trabajo de montaje es muy importante para que las transiciones entre planos sean verosímiles, el groso de esta serie está en el rodaje y planificación de dirección de las Hermanas Wachowski y sus ayudantes y el importante trabajo del equipo de Producción.

Por todo esto, Sense8 es una serie altamente recomendable que no dejará a nadie indiferente, tanto por su trama, como su tema, como por su calidad artística y cinematográfica.


Por Paula Sanz Jiménez